Definitivamente, lo primero que tiene que tener un proyecto animado, es una historia.
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| 5 Centimetros por Segundo de Makoto Shinkai 2007 |
Ya sea que un cliente desee realizar un comercial de 30 segundos, o que vayamos a realizar un corto animado como proyecto independiente, o que hagamos parte de la producción de una serie animada en varios capítulos, o que estemos desarrollando un largometraje, siempre debe existir de manera clara y definida una historia.
El gran embrollo en este punto es poder definir una historia narrativamente, de manera que pueda ser traducida y descompuesta en imágenes, y es allí donde sería de gran ayuda contar con el trabajo de un buen libretista.
Sin embargo, no siempre nuestros proyectos arrancan pensados en “grandes producciones” que puedan contar con la participación de un profesional en ésta área, y sólo queremos realizar algún pequeño corto para poner en práctica los conceptos aprendidos. En Naska Digital, por ejemplo, es requisito para poder certificarse del curso básico de animación 2D en Toon Boom, presentar un proyecto de animación de un minuto y medio aproximadamente. Pero… ¿y cómo plantear una buena historia? Vamos a dar algunas pautas muy básicas, en las que tal vez con el tiempo podamos profundizar un poco más.
La gran pregunta: ¿De dónde salen las historias?
La gran mayoría son simples interpretaciones de casos de la vida real. Gabriel García Márquez explicaba en alguna oportunidad que sus historias, con todo y la magia o la fantasía que pueden mostrar, son simples recuentos de historias reales, vivencias de alguien que van cobrando forma de “buen cuento”. Un gran humorista amigo mío decía alguna vez: “Los humoristas aprendemos a ver las cosas por el otro lado. Donde los demás ven un guante de caucho, nosotros vemos el brasier de una vaca”. Y una de las conclusiones de la 2ª Muestra Iberoamericana de Televisión Infantil (Bogotá 2010) fue: “de todo tema se puede hablar, solo hay que utilizar el lenguaje correcto”.
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| Bad Drawing de Adam Philips 2009 |
Vale aclarar que, no necesariamente las historias que se cuentan en animación son graciosas o terminan en una explosión de risas o carcajadas. Hay muy buenas historias que te logran sacar “lagrimas” o te dejan un sabor a melodrama. Un par de recomendaciones en esa línea son “La Tumba de las Luciérnagas” de Isao Takahata y Estudio Gibli, o “Cinco Centimetros por Segundo” de Makoto Shinkai o las recordadas series animadas “Marco”, “Jose Miel” o “Heydi”.
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| La Tumba de las Luciérnagas” de Isao Takahata y Estudio Gibli 1988 |
Lo importante es que las historias que se cuenten, sepan tocar las emociones del público. Una historia que te logra sacar una emoción, distinta al enojo que produce el darse cuenta que perdimos el tiempo viendo algo, es una historia que está bien contada.



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